Luis Cencillo es la prueba palpable de que se puede elegir cualquier rama académica para volver sobre los propios dogmas y demostrarlos. Él se vale del psicoanálisis para volver a dios sin ningún corte. Sus planteamientos, llenos de terminología freudiana, no dejan de sugerir viejos latiguillos. Sus alusiones y digresiones merodean la actualidad con un regusto conservador y añejo mal disfrazado con su cultura psicoanalítico.
Cencillo escribe realmente mal. El género que ha elegido requiere mucha más claridad. Los temas que plantea no se pueden despachar con tanta prisa. Su postura es tan tendenciosa y demagógica como elusiva y sesgada. Eso me sorprende en un psicoanalista. Si bien hay en ello defectos de estilo, de forma, que delatan sobre todo a un escritor inexperto.
Luis Cencillo de Pineda. Cómo no hacer el tonto por la vida.