miércoles, 28 de abril de 2010

El interés

Los estilos difíciles, los enigmas y los líos de tiempo y conciencia presuponen un interés incondicional del lector por cada una de las pistas. Puede que exista ese tipo de lector que recompone con escrúpulo el relato que el autor ha desordenado. Pero estoy seguro de que la mayoría lee como yo.

El protagonista de la novela trabaja de ayudante de un detective privado. Cuando su jefe deja la profesión él se propone resolver un caso personal: descubrir su propio pasado y su identidad que ha perdido por una oportuna amnesia hace más de diez años.

Su investigación le lleva por calles de Paris, fiestas de sociedad y recuerdos de la guerra.

Patrick Modiano. Calle de las tiendas oscuras. Mondadori.
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lunes, 26 de abril de 2010

El retrato de la Señora de Charbuque

Un pintor es contratado para pintar un cuadro de una señora que no conoce. El encargo resulta extraño, pero no sugerente.

En el Nueva York de la época mueren mujeres pero la sucesión parece indiferente.

El pintor busca pistas sobre la modelo que no ve. El encargo parece llevarle la vida. Pero sentimos que no es para tanto.

El relato de Ford tiene la sensación de esas pesadillas donde todo está desplazado. La muerte de un ser querido nos hace reir y un pequeño hilo de un botón nos llena de pesadumbre.

Hay algo de pesadilla en la novela, o de mal relato. Difícil recordar una narración más ajena a la vida. Ford debería pasar por una experiencia un poco emotiva como un diagnóstico de cáncer que superara con felicidad, para darse cuenta de qué cosas importan y que cosas son cuento chino.

"El retrato de la señora Charbuque". Jeffrey Ford. Ed. La factoría de ideas.
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