Aunque se casó y tuvo hijos,
muchos investigadores sugieren que era homosexual o bisexual, sobre todo porque algunos de sus sonetos de amor, en particular el número 20, parecen estar dirigido a un joven.
La propia mano de la naturaleza te pintó un rostro de mujer
Y tienes, dueño y dueña de mi pasión,
de una mujer el corazón sensible, pero desconoces su mutabilidad
William Shakespeare: Soneto XX.