lunes, 5 de enero de 2004

Idefix



De niño devoraba los Asterix. Una de mis grandes frustraciones fue descubrir que no me quedaba ninguno más por leer. Otra fue descubrir que los que iban editando nuevos, como La Gran Fosa o El hijo de Asterix, no me gustaban. No es que yo hubiera envejecido. Lo que ocurría era que faltaba lo mejor, faltaba Goscinny.

Tintín me fascinaba por sus dibujos, pero, por lo demás me costaba siempre acabarlos. Son historias pobres, estiradas para llenar las 62 páginas comprometidas con Casterman. Los tebeos de Tintín son pesadísimos, aburridos. Hergé se devanaba los sesos buscando justificaciones para que ocurrieran cosas y para que aparecieran objetos y paisajes exóticos. Cada número deja la sensación de un dibujante con un estilo personalísimo y una imaginación narrativa nula; una impresión de no vivido.

Los viajes de Asterix, en cambio, son voluntariamente irreales. Alejado del presente, como estaba el galo, Goscinny no tenía ningún compromiso con la verosimilitud, con esa aficion grafitera de tantos autores de decir “yo estuve alli.” Cada país es descrito por Goscinny a través de sus tópicos, las procesiones de los españoles, el té británico, y los métodos de inglés (“My taylor is rich”), la exactitud suiza, el alfabeto de los suecos. Goscinny no trata de mostrarnos el país, sino lo que se dice del país, y tiene que transformarlo en otro siglo. Del tópico y del anacronismo han salido los tebeos más divertidos que he leído nunca. También de la repetición (como el tema de los piratas), del fino humor (como la gordura de obelix) y del cariño, incluso hacia sus golpeados romanos.

En La vuelta a la Galia, Asterix y Obelix desafían a los romanos a que son capaces de recorrer el territorio y recoger un producto típico de cada lugar. He escogido esta viñeta por una curiosidad. El perito ecologista, Idefix, no está con ellos desde el principio, aparece en este número. Los dos galos llegan a Lutecia, y el perro está en la puerta de una charcutería. Ya no les abandonará nunca.

Y para acabar, como me he acostumbrado a poner adivinanzas en mis post propongo otra: ¿en qué lengua está traducido el tebeo de la imagen?

Goscinny y Uderzo. La vuelta a la Galia.

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