lunes, 27 de agosto de 2018

Horizontes de Grandeza


Lecciones de masculinidad

El héroe y antiguo oficial de la marina que viaja hasta Texas para unirse a su prometida se enfrenta a tres retos: recoger la ofensa de los Hannassey que se burlan de él, demostrar que no se asusta ante un potro salvaje y puede domarlo, y pelearse con el capataz del rancho que lo insulta por una excursión que él hizo a las tierras vecinas de los Maragon.

Va a casarse con la rica heredera de un enorme territorio, ¿Está a la altura de la dama? Ella se siente cada vez más decepcionada. El amante falla en las tres pruebas; pero sólo falla en público. Cuando está a solas, doma al potro, compra el rancho de los Maragon para ella y despierta al capataz para enzarzarse en una pelea de puños interminable.

La película es un manual para héroes discretos, una loa a aquellos que huyen de la fanfarronería.

El telón de fondo de este manual de masculinidad es la guerra sin cuartel de dos familias: los Hannassey que viven en un desfiladero con gran austeridad y unos hijos maleducados y los Terrill, que pretenden encarnar a la buena sociedad pero carecen del nivel moral que hace falta para serlo.

James McKay, el marinero, es una lección tanto para su prometida que no sabe entenderlo, como para los patriarcas de ambas familias enfrentadas. Es el hombre de principios, el caballero en el que Rufus Hannassey (Burl Ives inigualable), siempre soñó que llegara a convertirse su hijo.


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