“El año de Cristo de 1571 a los treinta y ocho años de su edad, en la víspera de la calenda de marzo, aniversario de su natalicio, Michel de Montaigne, cansado ya desde hace tiempo de su servidumbre en el parlamento y de los cargos públicos, todavía en pleno vigor, se retiró en el seno de las doctas vírgenes, donde, en reposo y seguridad, desea pasar los días que le queden de su vida ¡Ojalá permita el destino perfeccionar esa morada, apacible retiro de sus antempasados, que él consagra a su libertad, a su tranquilidad, a sus ocios!”
sábado, 8 de noviembre de 2003
El retiro
Montaigne se retiró de la vida pública para dedicarse a leer y a reflexionar cuando aún era joven. Tenía la edad justa, el dinero y los mejores motivos. Hizo constar su decisión en una inscripción: