martes, 5 de febrero de 2002

La eternidad

XVII

Who will believe my verse in time to come?
If it were fill'd with your most high deserts-
Though yet, heaven knows, it is but a tomb
Which hides your life and shows not half your parts-

If I could write the beauty of your eyes
And in fresh numbers number all your graces,
The age to come would say "This poet lies;
Such heavenly touches ne'er touch'd earthly faces".

So should my papers, yellow'd with their age,
Be scorn'd, like old men of less truth than tongue,
And your true rights be term'd a "poet's rage"
And "stretched metre" of an "antique" song:

But were some child of yours alive that time,
You should live twice -in it and in my rhyme.

XVII


¿Quién creerá en el futuro a mis poemas
si los colman tus méritos altísimos?
Tu vida, empero, esconden en su tumba
y apenas la mitad de sus bondades

Si pudiera exaltar tus bellos ojos
y en frescos versos detallar sus gracias,
diría el porvenir: "Miente el poeta,
rasgos divinos son, no terrenales."

Desdeñarían mis papeles mustios,
como ancianos locuaces, embusteros;
sería tu verdad "transporte lírico",
"métrico exceso" de un "antiguo" canto.

Mas si entonces viviera un hijo tuyo,
mi rima y él dos vidas te darían.


Es algo decepcionante leer al Shakespeare de los sonetos después de haber disfrutado de su teatro. El maestro insiste en un solo tema, se dirige a una mujer hermosa y joven y en catorce líneas la convence de que el tiempo es implacable y se llevará su belleza, y ofrece como solución la maternidad, cabe deducir que en unión con el poeta. En posteriores sonetos el escritor reflexiona sobre el poder inmortalizador de la poesía, en uno lo discute, en este ejemplo, acepta que ambas formas deben unirse para obtener la imortalidad: el hijo y la poesía.

Sonetos. William Shakespeare
Traducción de Manuel Mugica Láinez

No hay comentarios: